Su especial estructura le permite ser maleable para su procesamiento, a pesar de que esta madera se caracteriza por una dureza particular. Al mismo tiempo, el iroko es una madera que posee una buena estabilidad frente a las fluctuaciones de temperatura y tiene un índice de contracción muy bajo durante el proceso de curado. El parquet de iroko es muy valioso y posee muchas características relacionadas con su origen: entre las muchas capacidades de esta madera encontramos la resistencia, la dureza y la durabilidad. Gracias a estas características, el parquet de iroko también puede utilizarse para suelos de exterior, si se somete a un tratamiento adecuado de acabado de la madera. Estos tratamientos especiales hacen que el iroko compita con otros materiales alternativos de parquet. La naturalidad del iroko permite mantener el encanto del parquet y su veteado. El parquet de iroko posee la característica de la estabilidad, la capacidad de resistir a la deformación. De hecho, el iroko es una madera estable, capaz de soportar la humedad y las variaciones de temperatura. La esencia de color se caracteriza por un tono oscuro que va del amarillo intenso con toques dorados al amarillo-marrón, tonos que tienden a oscurecerse tras el curado para obtener un elegante resultado final estriado claro-oscuro. Los acabados más comunes para esta esencia de madera son sencillos, como el barnizado o el aceitado, pero capaces de realzar la belleza natural de este tipo de madera. A veces se utiliza el cepillado para dar al parquet un toque rústico, así como el biselado (achaflanado de los lados de las lamas). El parquet de iroko es un suelo muy elegante, con el valor añadido de ser extremadamente estable y duradero.
Algunas de las ventajas del iroko ya las hemos destacado. Es una madera duradera, resistente a la humedad y al ataque de plagas (también puede utilizarse en la cocina o el baño), poco sensible a los cambios de temperatura y muy resistente al desgaste. El iroko, al igual que la teca, se considera una madera grasa, capaz de resistir el contacto con el agua y, en consecuencia, la humedad, sin requerir un tratamiento específico ni un mantenimiento constante a lo largo del tiempo. El parquet de iroko se utiliza a menudo para crear hermosas tarimas (suelos de exterior). Es una madera perfecta para exteriores por su excelente resistencia a la humedad y al pisoteo; si se desea, puede protegerse con tratamientos especiales anti-UV para evitar que se oxide. También es interesante utilizarla alrededor de piscinas. No produce escamas ni fragmentos, por lo que también se puede pisar descalzo.
Precisamente por estas características especiales de resistencia y durabilidad, el iroko se utiliza en la industria náutica, así como para el mobiliario de baños y cuartos húmedos, y también para suelos de exterior. Debido a su excelente resistencia a las pisadas y otras especificaciones, es muy elegida para suelos de parquet, incluso con calefacción por suelo radiante. El iroko es una madera excelente, que también es adecuada para decoraciones, muebles finos o instrumentos musicales, revestimientos de escaleras, rodapiés, alféizares y ventanas, marcos de puertas y ventanas y estanterías, muebles de baño y revestimientos. El iroko también es especialmente adecuado para marcos en residencias costeras, muebles de barcos navales y muebles de jardín (por ejemplo, bancos o jardineras) debido a su gran resistencia a la sal y la humedad, así como a la intemperie.
Una vez elegido el parquet y establecido el diseño de cómo distribuirlo en el conjunto, hay que abordar la colocación del parquet. Existen dos métodos principales: encolado y colocación flotante. El primer método es obligatorio cuando se eligen listones pequeños y medianos, sobre todo si son de madera maciza. La segunda solución, en cambio, es conveniente para quienes no quieran estropear el subsuelo existente o tengan problemas de humedad por capilaridad. Sigue siendo necesario elegir un parquet «preacabado» en lamas (lamas grandes) para la colocación flotante.
Para el mantenimiento del parquet de iroko, además de un tratamiento protector adecuado y un mantenimiento rutinario, se recomienda prestar atención a los pies de las sillas, por ejemplo, que deben cubrirse con almohadillas de fieltro para amortiguar el deslizamiento. Es aconsejable observar ciertos consejos para mantener intacta la belleza del parquet de iroko, como, por ejemplo, no dejar las alfombras que cubren la misma superficie durante demasiado tiempo.
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