La madera se caracteriza por un veteado ligero, que resalta el carácter natural del material. Dependiendo del cepillado, los círculos anuales del árbol pueden ser más fuertes o más débiles. Tiene una albura blanquecina y un duramen blanco/amarillo con matices grisáceos. Los anillos de crecimiento son claramente visibles, el grano es recto y la textura decididamente gruesa. En términos mecánicos, es una madera muy buena: dura y compacta, moderadamente duradera, resistente a los golpes y bastante estable. El teñido sobre fresno da excelentes resultados: el parquet de fresno es homogéneo y el veteado muy claro resplandece en toda su belleza, dando al producto un toque natural que combina bien con el tono, por lo demás monótono, del barniz. Tiene una buena resistencia mecánica y fibras regulares: son bastante rectas y esto determina fácilmente la dirección preferida para resistir los esfuerzos de tracción (la de las fibras) y para insertar tornillos y clavos (la transversal). En el sector de las tarimas (parquet de exterior), el fresno se utiliza sobre todo en la versión «termotratada»: la madera se lleva a altas temperaturas para generar un proceso físico de endurecimiento y oxidación que permite al parquet resistir a los agentes atmosféricos y a la humedad. La coloración adquiere un bello tono oscuro/bronce que lo convierte en uno de los productos más buscados por su elegancia y refinamiento, en los espacios exteriores de viviendas u hoteles y piscinas pavimentados con parqué.
Durabilidad, resistencia a la intemperie, precio favorable, facilidad de elaboración, bonito acabado: éstas son las principales características de un suelo de parquet de fresno. La madera de fresno es dura y robusta, pero también elástica y flexible. Por eso se utiliza a menudo allí donde puede mostrar sus puntos fuertes, por ejemplo en la fabricación de equipamiento deportivo, mangos de herramientas, ruedas de madera y muebles. Con su veteado decorativo y su amplia gama de colores, desde el casi blanco al marrón intenso, se ha convertido en una de las especies de madera más populares en la producción de parquet. Es sobre todo al caminar descalzo sobre él cuando se puede apreciar un auténtico suelo de madera natural. En cuanto a su aspecto, fascina sobre todo por su baja densidad de nudos, que confiere al suelo un aspecto moderno y refinado. Elegir un parquet de fresno significa elegir una de las especies de madera más adecuadas para el revestimiento de superficies domésticas, que reúne requisitos muy importantes: muy resistente, dura y robusta, pero sin descuidar el aspecto estético. Estas características la hacen idónea para el parquet en ambientes domésticos, pero también es especialmente adecuada para pabellones deportivos.
La combinación de resistencia y maleabilidad hace del fresno el material ideal para la fabricación de infinidad de objetos y estructuras de madera de naturaleza heteróclita: en primer lugar, suelos de parqué, después guitarras eléctricas, bancos, muebles finos, aparatos de gimnasia (barras paralelas, escuadras suecas), pequeñas embarcaciones y herramientas de trabajo (escaleras, mangos de azada, hachas, palas, martillos). La madera de fresno se utiliza para la producción de chapas que se emplearán en la fabricación de muebles y mobiliario (especialmente muebles de oficina) como mesas, sillas, pero también para mangos, bastones, palos y para objetos curvos como llantas, esquís, trineos. Cuando se prefiere el aspecto natural del parquet, la madera de fresno es perfecta para ambientes muy húmedos como cocinas y baños. Para las cocinas modernas, el parquet de fresno es una de las tendencias en boga, gracias a las características de colocación que permiten crear decoraciones interesantes y diferentes con la madera. A la hora de elegir el parquet en el baño, el parquet de fresno se caracteriza por su gran resistencia al agua, especialmente el parquet tratado térmicamente, ya que garantiza su estabilidad y no se ve afectado con el paso del tiempo. De hecho, su uso es importante para los bordes de las piscinas, donde al caminar descalzo es importante que el material no se astille.
La colocación puede hacerse en seco, si la junta entre una lama y la siguiente es un clic autoblocante, o puede hacerse con cola vinílica que se introduce en el machihembrado. Normalmente, el suelo se apoya sobre una esterilla, que actúa como soporte e insonorización, para reducir el desagradable efecto rebote del sonido de las pisadas. El suelo de parquet también puede colocarse encolándolo. Esta colocación debe realizarse sobre una superficie firme, seca, limpia y nivelada. El encolado puede ser adecuado tanto sobre un suelo existente como sobre una solera de cemento con las prescripciones y precauciones adecuadas.
Las características de la madera hacen que sus distintas fases de mantenimiento sean muy sencillas, por lo que no se tarda demasiado en llevar a cabo las operaciones de limpieza. El parquet de fresno se presta muy bien a la limpieza: para quitar el polvo, basta con pasar un paño electrostático suave o una escoba de cerdas suaves. El lavado, por su parte, se realiza con un simple paño empapado en agua tibia y bien escurrido, utilizando un producto adecuado.
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